Las relaciones humanas eran extrañas. Quiero decir que pasabas un tiempo con una persona, comiendo, durmiendo y viviendo con ella, amándola, hablando con ella, yendo a los sitios juntos y, de repente, todo cesaba.
Luego había un corto periodo de tiempo durante el cual no estabas con nadie, pero entonces otra mujer aparecía y tu comías con ella y jodías con ella y todo parecía tan normal como si hubieses estado esperando a que llegara y ella hubiese estado esperándote a ti.
Mariano Cuesta, autor novel sevillano, escoge esta cita de Bukowski para prologar su primer libro de poesía, Asimetrías.
Hablamos de un recopilatorio de versos escritos a lo largo de más de veinte años, dos décadas resumidas en apenas doscientas páginas, el cual fue presentado en Sevilla.
Este evento, al que tuve el placer de acudir, fue en la Tregua, en plano corazón de Triana, un antiguo antro billaresco reconvertido en cafetería cultural tras múltiples cambios de propietario.
Mariano Cuesta, un todoterreno en Sevilla
Cuando hablamos de Mariano, hablamos de un antiguo estudiante de Periodismo en la Facultad de Comunicación de Sevilla.
Hablamos de un poeta que pasó de llevar siempre un cuaderno y un lápiz a mano, a uno que utiliza el móvil a diario para apuntar cualquier idea que se le pase por la cabeza.
Hablamos de un diseñador gráfico, de un fotógrafo, de una persona con inquietudes e influencias variopintos.
¿Cómo podría salir un mal libro de la mente de un autor influenciado por genios como Bukowski, Neruda, Ángel González o Miguel D’Ors?
Amores y desamores
Este libro que tengo en mis manos es la evolución de un amante, de un ser que ama y de su forma de amar. Es una espiral, en forma de muelle, que va de la espera del amor, al amor y a la ruptura y vuelta a empezar.
Son versos limpios, memorables, coloquiales y a la vez cultos, versos capaces de hipnotizarte y de hacer que recuerdes tus propias vivencias a través de sus palabras.
El primero ¿de muchos?
Mariano Cuesta ha publicado este primer libro gracias a la autoedición, en parte financiada por una exitosa campaña de crowdfunding.
Lejos quedaron los tiempos en los que era imposible publicar un tomo sin la intervención de una editorial, y mientras que esto puede (o no) ser perjudicial para el autor y para la calidad del material publicado, en casos como el que nos ocupa no hay de qué preocuparse: los versos que adornan las páginas de este tomo están destinados a hacerse un hueco importante en esta nueva generación de poetas y poetisas.
Una presentación con un presentador de lujo
La presentación del libro corrió a cargo de un antiguo profesor de Mariano Cuesta en la Facultad de Comunicación de Sevilla, Ramón Reig.
El señor Reig, encargado también del prólogo que podemos encontrar en Asimetrías, describe la poesía de Mariano como algo fresco, comunicativo y optimista a la par que nostálgico.
Afirma el profesor Federico Wamba que una cosa es vivir y otra existir, que vivir puede vivir un geranio pero que el ser humano necesita existir, esto es , poseer un proyecto de vida que ilusione. A Cuesta le ilusiona la espera del ser querido o amado pero acaso no le baste, su mundo interior es mucho más amplio y vive tan deprisa que exige una existencia intensa. Y al no hallarla, llega la nostalgia.
Poesía con un rasgo de cuerdas
Los poemas de Cuesta me parecen frescos, atractivos, atrayentes y comunicativos, ideales para perderse en sus versos con una humeante taza de café en la mano.
Sin embargo debo reconocer que, muy a mi pesar, Mariano podría haber hecho un mejor trabajo a la hora de recitarlos en público. Quizás fuera por nervios, por falta de referencias o por incomodidad, pero este recitado me pareció deslucido, incapaz de hacerle justicia a sus propias líneas.
Por otro lado se nos reservó una sorpresa para el final. Cuando Mariano cogió la guitarra y convirtió el recital en un concierto acústico, el cambio fue apabullante. Donde antes había monotonía, había pasión. Donde antes había aburrimiento, ahora había ritmo. La transformación de declamador a bardo fue sorprendente y no dejó a nadie indiferente.
En pocas palabras.
Aunque lejos de ser el experto en poesía de Mil Palabras —un puesto que le dejo, sin dudar, a Eyrian—, sé decir cuando algo me gusta. Y sé reconocer cuando algo me hace disfrutar.
Es el caso de Asimetrías, de Mariano Cuesta. ¿Os gusta la poesía urbana? ¿Queréis apoyar a un joven autor nacional? Podéis comprar el libro en edición física o en digital para Kindle.
Os dejo con Escribo, uno de los poemas breves que podéis encontrar en Asimetrías.
Escribo
por el placer
de recordarte
Por el simple hecho
de volver a sonreír
cuando pienso en ti.